que piensan de ser trannye? tal ves no sea una mala opcion...

por que esta mal la sociedad? pareces un viejo amargado, apuesto a que no tienes mas de 25 y piensas asi...

AWANTEN LOS TRONNIES VONSWHTUMAREEEEE

¿Trannyes?
Me recuerda a un amigo que me comentaba sobre el primo de un profesor de él, que era matemático y artista visual, de apellido DONIEZ, el cual ejercía la práctica ya a estas alturas demodé de «cachurear», como le llaman quienes se pueden con ORGULLO jactar de «ser calle», es decir, de ser quienes cumplieron perversamente el ideal de programas de televisión del tipo «Supervivencia al desnudo» o ese que se comía los ratones y los bichos que encontraba en el cerro mientras lo grababan y después se pegaba la merienda con el equipo técnico audiovisual.
Ahora bien, Doniez es un tipo preclaro. Cuando alguien viene de buena familia ─¿se entiende a qué me refiero con esto?, BUEEEEENAAA... familia, «familia de bien» (no quiero decirlo explícitamente para no sonar resentido y dar a conocer el pauperismo de mi clase social)─ puede hacer la estupidez que quiera y no dejará de sonar como que tiene algún valor.
Hace poco falleció el potencial «trannye» de apellido Larraín, lo que es políticamente significativo porque nos recuerda que los cuicos y los «trannyes» también se supeditan a «la posibilidad más propia» como lo diría ese filósofo alemán cuyo profesor tuvo de alumna también a una judía que se hizo monjita y falleció en el mismo lugar que el curita de apellido Kolbe.
Así que en esto yo soy especialmente marxista, pero en un sentido categórico, no político ni ético. Es decir, que tomo la teoría de Marx como aquello que determina las cosas y no como un ideal a seguir. Por tanto, pienso que si hay lucha de clases es porque es así, y no puedo hacer nada para cambiarlo, y luego me sirve de explicación más no para indignarme. Un marxista político evidentemente se exasperará con esto: que si tienes plata, puedes hacer lo que el mercado te aguante. Y con «mercado» también me refiero a técnicos jurídicos que te asistan en, dado el caso y la voluntad, poder elegir el perjuicio de alguna entidad estatal, pública o éticamente justificada («éticamente» aquí yo quisiera que dijese «cristianamente», etc. etc., pero con aquella alusión uno puede incluso referirse al meme de los Derechos Humanos, germen de la izquierda de primera generación).

>>8
No pretendo caer en su jueguito, don Hegel, y llevar la contra a su resabio por buscar la síntesis.
La alternativa a la plata consiste en que si la línea de la pobreza, en Chile por lo menos, ronda las doscientas cincuenta lucas, y la extrema las ciento cuarenta, ganar el sueldo mínimo es como tener unos tres mendigos a disposición. Mientras más ganes, más mendigos tienes. Pero si haces lo mismo, quitando la variable de la plata, y agregando mendigos en proporción a si ganaras mucho, tienes una forma importante de valorar las cosas. La tribu urbana más importante hoy y que ha llegado a niveles insospechados es aquella que ha incorporado a la masa internacional proletaria... (y uno podría seguir la cadena con ideas levinasianas: ... y a la masa de los mendigos, de las viudas, de los huérfanos, ...) la figura de aquel que la psiquiatría ha denominado ─no está esta vez en mi opinión decir si justificadamente o no─ como padeciendo disforia de género.
Juntar marxismo con psiquiatría es un logro tremendo, a lo Wilhelm Reich o Marcuse.
¿Se trata de lo que pasa con los genitales? ¿Recuperar la plusvalía de los genitales supuestos bajo el derecho de propiedad? «Gen» significa que es algo del origen. Levinas apelaba a la falta de origen porque le ofendía por su lugar en la historia de la metafísica como privilegiando la presencia. Ahora bien, recuperar la plusvalía ha sido por lo menos la tarea de las socialdemocracias occidentales. Tomemos un inicio importante: Ferdinand Lassalle. Todos ellos extirpados de algo de sus genitales, de sus prepucios.