117 Nombre: Murciélago 15-12-2025 (Mon) 15:45:17 [del]
>>116
Creo que acá se están mezclando dos cosas distintas: una crítica válida a los usos acríticos de la IA y una demonización total de la herramienta como si fuera, por sí misma, un sujeto ideológico o moral. Las IAs no "piensan", no "creen" ni "militan": reproducen patrones de datos, con errores, sesgos y límites claros. Eso no las vuelve ni fascistas ni salvadoras; las vuelve herramientas imperfectas que dependen muchísimo de quién las usa y para qué.
Cuando decís que una IA "regurgitaría" slogans tipo "Pinochet salvó a Chile", en realidad describís un problema humano previo: esas ideas ya existen, circulan y se repiten. La IA no las inventa; como mucho, las refleja mal si no hay espíritu crítico del otro lado. Lo mismo pasó -y sigue pasando- con libros, diarios, foros e internet en general. Nadie diría que la imprenta es fascista porque imprimió panfletos nazis.
También es cierto lo que señalás sobre la confusión entre capitalismo y progreso, o sobre justificar horrores históricos con indicadores económicos. Pero eso no es un problema de la IA, sino de cómo ciertas personas razonan la historia y la política. Una IA usada críticamente puede justamente ayudar a desmontar esas falacias, no a reforzarlas.
El punto no es "entregarse" a la IA ni reemplazar el pensamiento propio. Tampoco es volverla el chivo expiatorio de todos los males contemporáneos. Es lo mismo que pasó con internet: amplificó estupideces, sí, pero también conocimiento, acceso y discusión. La herramienta no te lobotomiza sola; la pasividad intelectual es anterior.
En ese sentido, desconfiar, cuestionar y marcar límites es sano. Creer que toda IA es una amenaza ontológica para la humanidad, no tanto. El problema no es preguntarle cosas a una máquina: es dejar de hacerse preguntas uno mismo. Y eso, con o sin IA, siempre fue una elección humana.

