7 Nombre: Vampiro trannie 02-09-2021 (Thu) 15:03:49 [del]
Esa falta de autoestima que es la causante de autolesiones, lo que se da en llamar conducta autolesiva, apunta a una crisis general de gratificación en nuestra sociedad. Yo no puedo producir por mí mismo el sentimiento de autoestima. En efecto, el otro me resulta imprescindible en cuanto instancia de gratificación que me ama, me encomia, me reconoce y me aprecia.
El aislamiento narcisista del hombre, la instrumentalización del otro y la competencia total destruyen el clima de gratificación. Desaparece la mirada que confirma y reconoce. Para una autoestima estable me resulta imprescindible la noción de que soy importante para otros, que hay otros que me aman. Esa noción puede ser difusa, pero es indispensable para la sensación de ser importante. Precisamente esta falta de sensación de ser es la causante de las autolesiones.
La conducta autolesiva no solo es un ritual de autocastigo por esas insuficiencias propias que son tan típica de la actual sociedad del rendimiento y la optimización, también viene a ser un grito demandando amor.
La sensación de vacío es un síntoma fundamentalmente de la depresión y del trastorno límite de la personalidad o borderline. A menudo, [b]quienes padecen trastorno límite de la personalidad no están en condiciones de sentirse a sí mismos.[b] En general, solo cuando se autolesionan sienten algo. El sujeto que tras verse obligado a aportar rendimientos se vuelve depresivo presenta para sí mismo una carga pesada. Está cansado de sí mismo. Totalmente incapaz de liberarse de sí, se obsesiona consigo mismo, lo cual conduce paradójicamente al vaciamiento y a la merma del yo.
Encapsulado y atrapado en sí mismo, pierde toda relación con lo distinto. Yo me puedo tocar a mí mismo, pero solo me siento a mí mismo gracias al contacto con el otro. El otro es constitutivo de la formación de un yo estable.
- Byung-Chul Han, La expulsión de lo distinto