La expectativa es la raíz de la decepción.
La decepción no mata, enseña.
Tu aporte es bienvenido.
¿Cuál es tu aporte?

Ten muy presente que los hombres, hagas lo que hagas, siempre serán los mismos.

>>5
No sé cuál es el motivo de la aflicción, pero podemos abordarlo desde el budismo. ¿Cómo? Pues veámoslo así:
·Hay sufrimiento.
·El sufrimiento tiene una causa.
·Al abandonar la causa el sufrimiento termina.

No se puede pensar en la presencia, la mente no puede comprenderla. Comprender la presencia es estar presente.
Puedes intentar un pequeño experimento. Cierra los ojos y te dices a ti mismx:
Me pregunto cuál va a ser mi próximo pensamiento.
Luego ponte muy alerta y espera por el próximo pensamiento. Compórtate como un gato observando la guarida de un ratón.
¿Qué pensamiento va a salir de la guarida del ratón? Inténtalo ahora.
Mientras estás en un estado de intensa presencia, estás libre del pensamiento. Estás en quietud y sin embargo muy alerta.
En el instante en que tu atención consciente cae por debajo de cierto nivel, el pensamiento se apresura a aparecer. El ruido mental regresa; la quietud se pierde. Y tú vuelves al tiempo.
Para probar su grado de presencia se sabe que algunos maestros de Zen se acercaban sigilosamente a sus estudiantes desde atrás y los golpeaban súbitamente con un bastón.
¡Todo un shock! Si el estudiante estaba completamente presente y en estado de alerta, notaría la llegada del maestro desde atrás y lo detendría o se apartaría. Pero si se dejaba golpear, eso significaba que estaba inmerso en sus pensamientos, es decir ausente, inconsciente.
Para estar presente en la vida diaria ayuda estar firmemente arraigado en tu interior; de otro modo, la mente, que tiene una inercia increíble, te arrastrará como un río salvaje.
-TOLLE, Eckhart, El poder del ahora

>esperaba algo mas grande
*se desabrocha el pene* aqui tienes

No era tan grande después de todo, snif

La lluvia era ácida. La ropa se me derritió por el camino. La gente no era humana, era de sal, se deshacía. En las veredas de césped, las babosas emergían en llanto, como si fueran personas rociadas con napalm. Yo nunca había oído gritos de babosas, pero ahora los alaridos retumbaban en mi cráneo. Acaso alguna babosa colocó un transmisor dentro de mi cabeza cuando me desvanecí en la plaza cuando me cayó una bala perdida. Seguí corriendo, perdí el equilibrio, trastabillé. No había nadie en la calle. La lluvia me ardía. Mis ojos palpitaban.
-Uh, qué pijazo. La voy a quedar acá -pensé.

Mientras dormimos aquí, estamos despiertos en otro lado y que así cada hombre es dos hombres.
BORGES, Jorge Luis, Tlon, Uqbar, Orbis Tertuis

"Su muerte nos separa. Mi muerte no nos reunirá. Así es; ya es demasiado bello que nuestras vidas hayan podido juntarse durante tanto tiempo."

~DE BEAUVIER, Simone, La ceremonia del adiós

>>6
• Pateé la mesa por accidente (estando descalzo)
•Tiro la mesa por la ventana del 4to piso donde vivo, me corto el dedo meñique del pie, me desangro y muero. Voy al infierno porque la mesa que tiré mató a un grupo de chicos que justo pasaban por la vereda del frente, cuando tiré la mesa. Por ver la mesa no prestaron atención al cruzar la calle y una banda de motoqueros que por esquivarlos se desvió a un costado y chocaron con un poste que cayó sobre los jovenes.
• En el infierno el diablo me condena a patear una mesa descalzo por el resto de la eternidad. No sufro porque desde mi punto de vista esto es un castigo para la mesa y para el diablo que no esperaba que fuese su mesa de luz la que pateara y ahora tiene insomnio.