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Era una noche oscura y tormentosa, cuando Jesús se levantó de la oscuridad de su fosa para agarrar a trompis a los que apedreaban prostitutas trans de la antigüedad. Las apedraban de día y las alquilaban de noche a Séitan, el necro-escriba que en ese entonces regenteaba un textboard en idioma arameo.
Cuestión que una de las prostitutas era una vampira, y cuando le practicaba una felación de agradecimiento a su salvador, que transmutó la sangre de los villanos pedregosos en vino y a veces en cerveza que era más barata (porque no había muchas uvas en esa parte de África y Medio Oriente), la vampira menor de edad le mascó el pingo y lo transformó en Jesús, el inmortal. Pero él se cambió el nombre a Vlad Drac, y empezó a empalar a sus enemigos, a multiplicar los tiburones, a dividir los panes y a destrozar sinagogas. Harto de este mundo, se llevó su harén de prostitutas y taxi-boys a otra dimensión con el poder de Saga de los Caballeros del Sobaco. Pero no a la manera de Kokún, sino de forma exageradamente violenta, que describiré para su satisfacción: de un modo exageradamente real, cuando vino la policía romana, Vlad Drac les convirtió en cerdos y con la canción "Talita Cum" los convenció de que se ahoguen en el río Gólgota. Los romanos se asustaron y prometieron construír un altar gigante en Italia donde habría techos de oro y violarían niños, pero Vlad Drac no les pasó cabida porque para él a la gilada ni cabida. Y bueno, después apareció internet y la gente dejó de leer libros. Plena prueba de esto es el hilo "¿Cuál fue el último libro que leíste?" y nadie leyó nada porque están todos adentro de una burbuja artificial siendo engrupidos por Elon Zuckaritas, creyendo que son Greg Universe y se follan a la Diamante y la impregnan del gordo con chanclas.