¿Quieres reportar este hilo a los administradores?
El tema es no perder la esencia del propio ser.
Te pueden corromper, te puedes olvidar
pero ella siempre está.
lo que está en la red en la red se quedará.... por siempre...
>>3
Depende qué red. Has cosas que renuevan su permanencia, hay cosas donde las presencias se van diluyendo.
Reitero lo que otros: Hay cosas que van y vienen, elígete a ti. Trabaja a tu favor, recuerda quién eres. Otras conexiones son temporales.
En primer lugar, en el nivel de las culturas y las identidades, la interconectividad refuerza las relaciones rizomáticas, mediante una suerte de configuración en mosaico que facilita el encaje entre las diversas identidades. Consecuencia de ello es el fenómeno del multiculturalismo y el surgimiento de las identidades plurales. Básicamente, de este tiempo que vivimos puede decirse que en él nadie se define mediante una única identidad, que todos somos seres mixtos, dueños en mayor o menor grado de una “consciencia híbrida”. De aquí la idea de las “identidades fronterizas”, puentes colgantes entre las grietas históricas de la consciencia. En este caos de identidades que se entrecruzan, solo una cosa parece segura: que la modernidad no es un fenómeno superfluo del que podamos librarnos. Sea cual sea nuestro origen étnico, todos nosotros somos “occidentales”, en la medida en que nos constituyen aspectos ineludibles de la Ilustración. Y sea cual sea nuestra identidad (y Dios sabe que son innumerables), tenemos que cargar con esta última, que es la que nos relaciona con todos los otros seres humanos del planeta, con independencia de nuestra raza, religión y raíces culturales. En otras palabras, solo la modernidad de nuestra identidad nos confiere facultades críticas, y solo mediante ella, por paradójico que parezca, somos capaces de despojarnos de los más arcaicos estratos de nuestra consciencia para facilitar sus múltiples articulaciones y la conexión entre los mundos que coexisten en diferentes momentos históricos. Si, seducidos por la búsqueda de genealogías ficticias y mitos fundacionales, decidimos retirarnos de este mundo en constante cambio para vivir bajo una campana de cristal, no lograremos otra cosa que saltar de la sartén al fuego, del inmovilismo al oscurantismo.