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Tuve un sueño horrible

1 [del]

Hace tres años atrás fui con mi hijo y mi pareja a comer as a un local por donde vivo... La cosa es que la carne del as que comí estaba como amarga como cuando se quema un poco, mi pareja comió  poco y mi hijo casi nada. Yapo nos fuimos a la casa y comencé a soñar con un tío que había fallecido hace poquito,el  y yo estabamos parados a los pies de la cama  mirándo hacia la cama, en el sueño yo me veía acostada Onda...estaba parada y a la vez me veía acostada como tipo desdoblamiento, la cosa es que mi tío se veía super joven y sus ojos brillaban como brilla el agua del mar con el sol el apuntaba la cama y yo me acostaba sobre mi propio cuerpo haciéndonos uno mi tío se acostaba atrás mío y me abrazaba de la cintura y comenzaba a apretarme cada vez más fuerte tanto que comencé a sentir mucho dolor y desperté , para mi sorpresa desperté con dolor renal y abdominal horrible , vómitos no me podía parar de la cama y comencé a vomitar en un recipiente q trajo mi pareja...de ese entonces siento que mi tío me salvó de morir intoxicada mientras dormía...lo intérprete como que vino a despertarme para vomitar toda la mierda que había comido en mal estado u.u el siempre siempre me cuidó desde que yo era pequeñita...

2 [del]

No será que te metiste con el vecino?

3 [del]

Por lo pronto, está bueno transcribir los sueños (solemos olvidarlos tras despertar, sin poder retener más que meras astillas de ellos).
Escribir nos permite editar; controlar, diría, el mitote que se teje en nuestra mente volátil.

4 [del]

Estuvo bueno el negro.

5 [del]

>>4
Desperté transpirado y húmedo in the crotch. Soñar con Mandingo no era moco de pavo. Pero mi pesadilla más trastornadora fue cuando soñé con FURRO OBESO. Desde cierto chan, sugestionaba a unos vendedores de golosinas a atentar contra la tenebrosa titiritera del memetítere presidencial argento.
Ella detuvo las balas con su turbo-clítoris hipertófico y oxidado y luego derritió a su atacante con una fulminante irradiación de sus rayos láser oculares.
Yo era un mero cómplice del malogrado sicario. La tirana reveló su forma verdadera en el momento de sofocar a mi compañero: Ella era FURRO OBESO. Intenté correr, pero la calle de adoquines se transformó en un gran choripán grasoso. Los neo-peronistas se habían hecho el harakiri para aportar sus tripas a la trampa mariposa de porcino embutido de callejera magnitud.
Tras caer, FURRO OBESO me azotó con su soga de espíritus, desgarrando mi espalda.
Que, tras despertar, aún me arde.
Parte de mí quedó en ese sueño adiposo y sodomítico.