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Disney decidió ampliar el universo de Harry Potter con un divertido y distópico spin-off donde el querido "Voldi" ayuda al Ministerio de la Magia a proteger a los niños magos de los secuestradores de El Vaticano. Como los muggles de Europa perdieron poder adquisitivo, esperanzas de progreso, afán de trascendencia y demás cuestiones, la tasa de natalidad había descendido de manera alarmante para El Vaticano (la institución más hambrienta de niños a nivel mundial).
A cambio de la piedra filosofal resguardada en Gringotts, el mago tenebroso, su inseparable compañera Bellatrix y la serpiente Nagini, resolerán misterios y vivirán increíbles aventuras.
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La quema de ficciones pervertidas había comenzado. Alguien me había delatado y cuando llegué a mi agujero, de poca extensión, noté el faltante. Perdonaron mis cómics de Mafalda y de Condorito, pero faltaban mis mangas cochinotes y mis álbumes de Robert Crumb. Incluso faltaba mi destartalado ejemplar de Verano indio de Manara y Pratt.
Tenía que irme de este memepais.
Primero queman libros.
Luego personas.
La naturaleza se ocupa de crear infinidad de cosas únicas mientras que LA CULTURA DESPIERTA impone un molde al que se debe ceñir todo.
Y lo que no calce allí, no tendrá lugar siquiera en la memoria.
>>11
El esquizo transmite sus señales alrededor de gran parte del espectro chanosférico. Escribe mucho texto que hace doler la razón y parodia la realidad. Por desgracia no muchos comentan o responden a sus discursos y sus hilos terminan pareciendo un storytime
Luego de un tiempo, Chano Chanespierre, el esquizo chánico, se intoxicó con un ritual chamánico que involucraba lagartijas, Resistol y ayahuasca. Giró en el barro, se clavó espinas de cactus, correteó coyotes intentando orinarlos y pintó paredes utilizando un emplasto de su propia sangre y excrementos. Habían pasado cinco años de la guerra nuclear en Ucrania. Vladimir Putin dijo que Rumania tenía campos de concentración donde Voldemort le lavaba el cerebro a los inocentes y crédulos ciudadanos. Y que era menester "desvoldemortizar" esa guarida de gitanos y vampiros necrófagos y faggots. Que aún le restaba a Rusia "una docena" de bombas atómicas.
Voldemort había engordado. Estaba sedentario. Comía chucrut y comía salchichas. Obeso mórbido, lagarteaba de aquí para allá. De la cama al living. Reptaba lentamente. Con su vientre contra el piso la mayor parte del día. Una vez por mes, se arrastraba complacido sobre iglesias reducidas a cenizas por las huestes black-metaleras de las tétricas juventudes kawaii-noir. Le cantaban canciones de Dimmu Borgir y BTS. Y le obsequiban salchichas, como quienes le arrojan comida a una foca letárgica.
Yo recordé a Peter Pan. Pero la versión de Disney. La novela de James Matthew Barrie, donde el cocodrilo que se tragó el reloj y hace "tic-tac" es una metáfora del tiempo (que todo lo devora). Hasta ahora, al infame mago tenebroso, sus mágicos ardides le habían permitido matar varias decenas de personas. Personas y centauros, semi-gigantes, hombres lobo, elfos domésticos... pero una bomba atómica era cosa de Mandinga. O peor, acaso los muggles y su turbia ciencia habían superado la maldad de las siniestras artes oscuras. ¡La ciencia había superado la magia negra!
Disney+ evaluaba una retirada de Rumania.
Pronto no quedaría nada de ella.
Los científicos rusos habían capturado a Mandinga, el mítico espíritu risueño y bromista de raíz afroamericana. Primero lo bombardearon con polonio y novochok. Luego lo ungieron en Resistol. Lo masturbaron a la vez que le picaneaban los testículos con electrodos. "Voldemort no resistirá tanto como esta peculiar criatura."
Estados Unidos envió a Mandingo al rescate, quien logró someter bajo sodomización a los investigadores soviéticos y rescatar no ya a Mandinga, de quie no quedaban ni cenizas, sino unos pocos discos rígidos con terabytes de información sobre las nuevas técnicas tártaras de tortura.
"Guantánamo se beneficiará con esta data."
Voldemort había sido incinerado, pero su cuerpo astral tomará algún ser. Sonriendo fugaz. Incierta pasión nace en mi alma presientiendo un oyente ideal.
Desde ese incorpóreo más-allá, Voldi alumbró una certeza: A pesar de las millones de palabras que se dijeron él y sus secuaces, de las miles de conspiraciones bocetadas y las cientas concretadas, nunca pudieron vencer el implacable deus ex machina. Ya sea que Hermione sea el saquito de Harry Popper o del colorado sidekick, LA FIJA ERA que el bien prevalecería sobre el mal. Al contrario de la vida humana, donde lo corruptible con dinero siempre suele ser corruptible con dinero -o con lo que se pueda comprar con él-, la ficción siempre consolaba a los muggles. A aquellos que no podían crear nada por sí mismos sirviéndose de la magia.
"Son unos pavotes", refunfuño Voldi. "Hacen hilos con menos de tres respuestas para romper las pelotas. No saben lurkear. Demandan vida en lugar de aportar algo, alguito."
Dicho esto, Voldi abrió su cuenta en Wattpad de ultratumba vía ouija-net y continuó su epopeya fanfic sobre monas chinas, burras de colores, referencias literarias, memes de Pepe y TFWNG.
Al subir una imagen paródica de la pintura "La danza" de Henri Matisse, le enviaron una advertencia de contenido inapropiado. Hijos de puta, pensó el desnarizado pelón. Supo que había otra página para subir sus cochinotes fanfics de Shrek x Shadow. "Pero no tengo ganas de que me vuelvan a impedir subir imágenes estos tontos de capirote".
Era un furor autoral el que lo usurpaba. "A veces pienso que soy un ser de ficción, que un niño esquizo narra mis vehementes andanzas, un niño de trece años en Wattpad". Prefirió ser él el narrador omnisciente de esquemas de fácil realización. "La gente anhela no morir, resucitar, volar y todas cosas que he logrado sin por ello ser más feliz que cuando paseo a mi canguro". Pero al escribir, nadie bajo sus órdenes impedía sus planes. "He tenido numerosos inoperantes bajo mi cargo. Pero cuando escribo que a Spiderman le meten un palo en el orto, se lo meten bien puesto".
La escritura de ficción le daba a Voldemort grandes satisfacciones. Podía escribir en los jardines de Kensigton o en un Starbucks. Podía escribir que Spiderman moría y volvía a nacer para ser sodomizado y acoplado a una criatura de dieciséis patas.
Sus historias casi no tenían estrellitas que hacían las veces de "likes". La gente entraba a esos sitios para ver recopilaciones de memes y dibujos cringe. Pero nadie leía. La escritura estaba rebalsada de mala ortografía.
Pero cada tanto, alguna joven criatura reaccionaba a las bizarras historias del mago tenebroso con algún emoticón.
Y se hacía su seguidora.