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1 Nombre: Dieter 03-03-2023 (Fri) 09:52:55 [del]
Tantos años han pasado, tanto se ha evolucionado, tecnológicamente sobretodo, y nunca hubiera pensado que la humanidad iba a corromperse en tan alto grado en pleno siglo 21. A medida que la humanidad ha ido creciendo en número, se ha ido reduciendo el espacio. Vamos viviendo en núcleos urbanos cada vez más pequeños. La progresiva desaparición del espacio externo se tiene que compensar de alguna manera con un desarrollo del espacio interno. Pero este hecho de introspección es escaso en la mayoría de seres humanos.
La evolución de las comunicaciones ha cancelado la distancia física. De modo que ahora la distancia es moral, personal, temperamental.
A pesar de que gracias al avance tecnológico tenemos a nuestro disposición una fuente inagotable de información, una gran parte de la población usa dicho avance para contemplarse a sí mismos en busca de nutrir al ego. Siendo escasas las ocasiones en que su uso es intelectual.
Una sola cosa ha matado al ser humano desde que el humano es ser humano, la ignorancia, la barbarie, las tinieblas de la propia sociedad.
2 Nombre: El Sombrerero 03-03-2023 (Fri) 12:38:53 [del]
>>1
Lo que ha sido, será; nada nuevo hay bajo el sol.
En la era de las comunicaciones, la gente está más sola que nunca. Pero está bien, supongo, tarde o temprano nos vemos en la encrucijada de tener que afrontar qué somos, qué queremos ser. Bueno sería que esta conciencia fuese colectiva, pero los políticos y otras personas inescrupulosas similares no más quieren salvarse a sí mismos a costa de sumir a otros en la ruina (o de que sigan allí, aún pudiendo ejercer acciones que alivien tales pesares).
La idea de que haya más gente supongo que obedece a que haya más consumidores y más gente fuera del sistema (como recordatorio de que hay que consumir para no estar fuera del sistema).
Bueno, en realidad esto es mi mera opinión. Quién sabe si todo es así. Lo que sé, es que en este instante fugitivo, al menos siempre podemos elegir ocuparnos de nosotros. Si otra gente elige envenenar su cerebro, es cosa suya. Gracias doy si me puedo salvar a mí mismo sin hundir a otro para ello.
